El instituto Virgen del Carmen se encuentra en la zona norte de Puerto Real, población situada en el saco de la Bahía de Cádiz, de origen agrícola, ganadero y pesquero de bajura, se fue transformando a industrial desde comienzos del siglo veinte hasta convertirse en su principal forma de sostenimiento laboral. Este marcado perfil industrial le sobreviene a raíz de la instalación de un astillero a final del siglo diecinueve en su término municipal.
Esta industria pronto comienza a demandar mano de obra, que procede tanto de la propia población como de otras ciudades de la bahía. En la segunda mitad del siglo veinte, se crea un importante polígono industrial en la zona de ubicación de este astillero que se convierte en un referente internacional, y se instalan otras industrias de marcado renombre como Dragados Offshore para construcción de plantas petrolíferas, Delphi Automotion dedicada a componentes de automoción, hoy desgraciadamente desaparecida o Construcciones Aeronáuticas Airbus entre otras, que han demandado mano de obra cualificada. A esta incipiente industria hay que sumarle la instalación de un gran hospital, con la calificación de clínico universitario y que da cobertura a una importante masa humana de las comarcas de La Bahía y La Janda. El instituto comienza su andadura en la mitad del pasado siglo, y como era normal, se adapta a la necesidad de esa zona industrial, siendo en origen un centro puro de formación profesional que abastece de mano de obra en un principio a los astilleros, y con posterioridad a las otras industrias citadas anteriormente.
La gran reforma que conlleva la LOGSE afecta de lleno al centro y surgen otras enseñanzas como la secundaria obligatoria, el bachillerato y la incorporación de la familia sanitaria a la formación profesional existente; enseñanzas que han ido evolucionando hasta alcanzar la estructura educativa que tiene hoy en día el instituto. En este contexto industrial en el que se encuentra la ciudad, se puede deducir que su población está compuesta en su mayoría por personas con reconocida cualificación profesional para atender este sector industrial y además un importante sector servicios. En la zona de influencia de este centro, el tipo de familias es de clase media y si la comparamos con el resto de la población, incluso podemos decir media alta. La zona aledaña es de viviendas unifamiliares prácticamente en su totalidad, con excepciones. El entorno próximo es muy agradable, el centro se encuentra flanqueado por cinco calles de las cuales cuatro son para tráfico rodado, la quinta es un paseo cuidado y ajardinado. Por su parte norte se encuentra el parque urbano de Las Canteras y muy próximo el parque natural periurbano de la Bahía de Cádiz.
Todo ello le confiere un entorno muy agradable y singular. En cuanto a comunicaciones, está bien situado, con la estación de ferrocarril frente a la puerta de acceso; igualmente tiene en sus límites este, norte y oeste, importantes nudos de comunicación con acceso directo a autovías. Estas cualidades facilitan el acercamiento de alumnado y profesorado que tienen su residencia en otras poblaciones de la comarca. En cuanto al nivel de ocio y cultural, hay que destacar que hubo tiempos mejores, en los que la población era eje de estas actividades a nivel comarcal y provincial. Con respecto al índice de empleo local, destacar la mejoría en los últimos años, síntoma de que la profunda crisis vivida comienza a superarse; cierto que queda mucho por andar en la recuperación de puestos de trabajo perdidos. Se ha pasado de una tasa de paro del 40.72% registrada durante el año 2012 a una tasa del 29.63% registrada en noviembre de este mismo año. En definitiva, el centro se ha ido adaptando tanto, a las distintas leyes generales de educación como a las necesidades que ha ido planteando el importante tejido industrial en el que se localiza.
Información extraída del Proyecto de Dirección de nuestro director, don Carlos Muñoz Villarreal.